viernes, 3 de agosto de 2012

¿Quién se ha llevado mi queso?

La historia nos ha demostrado que la vida cambia constantemente, que las necesidades que tenemos ahora son muy diferentes a las que había hace algunas décadas. Los cambios en el medio ambiente, la educación, la tecnología, etc. se manifiestan día a día y para ello hay que estar preparado. 
Para poder hacer frente a estos cambios, no basta con estar bien preparados, es necesario además tener una actitud positiva, que nos permita arriesgarnos y participar activamente en los mismos.
En algunas ocasiones como dice el cuento “tenemos la sensación de haber alcanzado el éxito y creemos estar seguros”, lo cual nos pone en un estado de confort, el que muy difícilmente queremos dejar, por ejemplo. Yo imparto la asignatura de química I en el nivel medio superior, lo cual he hecho durante 15 años, aunque no de la misma manera pero en esencia cubriendo casi los mismos temas, si un día me dijeran que esta asignatura ya no se impartirá o simplemente que yo voy a impartir una diferente, considero que me sería muy difícil si yo solamente impartiera esta asignatura, más sin embargo como he estado impartiendo otras asignaturas, incluso de otras áreas,  yo considero que no me sería muy difícil poder adaptarme y seguir adelante.
Es importante observar bien el espacio en el que nos desenvolvemos y determinar o imaginarnos las distintas situaciones que pasarían si no estuvieran ahí esas cosas o situaciones con las que nos sentimos bien, y que podemos hacer para sustituirlas, así como prepararnos para enfrentar esos cambios adecuadamente.
Es bueno saber que el dejar a un lado los temores te pueden llevar a nuevas experiencias que te pueden traer satisfacciones más placenteras y duraderas, el temor es un ancla que nos mantiene en muchos casos varados en un mismo lugar y no nos permite experimentar un cambio que a la larga nos conduce a un estado mejor.

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